Meses, días y muchas horas de trabajo son las que los chipioneros llevan trabajando y preparando todo lo necesario para que su agrupación luzca en la cabalgata haciendo de ésta un verdadero espectáculo con derroche de arte, imaginación y humor.
Y es que las manos de estos artistas trabajan ya a marchas forzadas, son muchos los pequeños detalles que aún quedan por concretar y terminar y mucho trabajo que darle todavía a la aguja. Es curioso pasear por nuestro pueblo por las tardes y ver las calles desiertas con un ritmo de tambores resonando a lo lejos. Los chipioneros, cobijados del frío, hacen de sus salones una auténtica fábrica de disfraces y de imaginación.
Qué poquito queda!! Muchos estamos ya trabajando a marchas forzadas para que todo quede genial.
ResponderEliminarqué ganas de cabalgata!
ResponderEliminar